Es difícil que un libro me ponga triste pero en este caso no he tenido dudas. Hay un libro en particular que me parece el más triste que he leído jamás.
Martes con mi viejo profesor trata un tema muy duro y lo hace muy bien de manera que deja al lector sumido en un caos emocional tras leerlo. Además, creo que no lo leí en el mejor momento. Aprovecho la ocasión para mencionar a esas personas que recomiendan libros a diestro y siniestro y sin pensar en la persona a quien se lo están recomendando. Els dimarts amb Morrie (es la versión catalana que leí yo) es sin duda un libro muy bueno pero no es para todo el mundo y no en cualquier momento. Hay que tener un poco de idea de qué nos vamos a encontrar antes de lanzarse a leerlo.
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