Esta reseña participa en la lectura conjunta organizada por Adictos a los libros.
¿Cómo reaccionaría una persona normal si, por azares de su profesión, llegase a tener pruebas de una monumental confabulación entre políticos corruptos, tiburones de las finanzas y distinguidos miembros de la más exquisita burguesía de su ciudad? El psicólogo Marc Viadiu puede que no sea una persona normal, pero el descubrimiento de esta trama de poder, sobornos, cohechos y maldad que no se detiene ante nada y es responsable del asesinato de uno de sus pacientes, lo lleva a una arriesgada determinación. Se presenta en la apartada y lujosa mansión de uno de los dirigentes de la perversa, “honorable sociedad” y le expone sus condiciones. Es un pacto que, sabe, “ellos” no van a aceptar.
Ambientada en la Barcelona actual, ciudad que se convierte en fabuloso territorio literario merced a la prosa rotunda, precisa y llena de sutileza de Rafael Martín Masot, La prisión de los espejos desentraña con espléndida maestría una intriga compleja y al mismo tiempo colmada de sencillez. Compleja por cuanto lo son aquellos afanes inhumanos del poder, la avaricia y el ansia de supremacía. Sencilla porque, en el fondo, todo se resume en el diabólico juego eterno: ser depredador o víctima; vivir o morir. |
Marc Viadiu, psicólogo de profesión, escucha aburrido los pesares de uno de sus pacientes. El hombre habla de sus desgracias y el psicólogo piensa en cuáles van a ser sus próximos movimientos. Lo tiene todo preparado y le toca mover ficha. Así da comienzo la historia de Marc Viadiu, un hombre que sabe mucho, quizá demasiado, pero del que todavía sabemos muy poco.
La prisión de los espejos nos presenta una truculenta trama de corrupción. Hay muchas personas implicadas, entre ellas peces gordos que no se andan con chiquitas para conseguir lo que desean. Tenemos también una red muy bien tejida y alimentada con asombrosos avances tecnológicos que ponen los pelos de punta al pensar en las posibilidades que ofrecen. No faltan los personajes misteriosos, con dobles caras y secretos que sorprenderán en más de una ocasión al lector. Un argumento bien construido que llama la atención y siembra la curiosidad por saber qué va a pasar hasta descubrir todo el meollo.
La narración comienza en tercera persona y va desgranando poco a poco los primeros movimientos de Marc Viadiu. Pero poco después (página 88), hay un cambio bastante brusco y un tanto desconcertante de punto de vista ya que aparece un nuevo personaje que tomará las riendas de la narración. Lo que me lleva a preguntarme porqué no se inició de entrada la narración con la voz de Teresa Muntal si es ella quien, a fin de cuentas, nos va a contar la historia.
El estilo del autor me ha parecido curioso. Por un lado, los capítulos son muy cortos y están llenos de diálogos y acción, lo que agiliza mucho la lectura y le da un ritmo trepidante (en ocasiones, demasiado trepidante). Por otro lado, describe los sucesos que van ocurriendo de manera muy impersonal, manteniendo las distancias, de manera que se pierde cualquier atadura emocional con la historia que te impulse a seguir leyendo. Así que el resultado de esta mezcla resulta extraño ya que la lectura es rápida por la velocidad de la narración pero como no hay empatía con los personajes la historia no llega a engancharte y no motiva a seguir leyendo.
Los personajes, nombrados siempre con nombre y apellidos aunque suene repetitivo, están bien construidos aunque, a excepción del protagonista, no lleguemos a profundizar mucho en ellos. Las apariciones de algunos secundarios son tan fugaces que se quedan en meros peones al servicio de la trama (la de corrupción y la literaria). Quizá por este desapego es difícil llegar a comprender al protagonista y su historia no llega a calar en el lector.
En general, la trama que plantea es muy interesante y tiene buenos giros argumentales pero el resultado final queda bastante deslucido. Haciendo una analogía culinaria, aunque tengas la mejor harina, el azúcar más natural y los huevos más sabrosos, si la masa no está bien mezclada y el horno a la temperatura correcta, el pastel no va a salir bueno. La prisión de los espejos tiene los mejores ingredientes para ser un fantástico thriller de misterio y acción pero el resultado final no ha conseguido convencerme.
En definitiva, ¿puedo recomendar un libro que me ha dejado indiferente y me ha costado terminar? Difícilmente. Pero estoy convencida de que hay otro tipo de lectores que sí que disfrutarán de esta novela. Quizá no sea mi estilo o quizá no era mi momento para esta lectura, pero si crees que podría gustarte esta historia, ignora mi opinión y dale una oportunidad. Puede que la disfrutes más que yo. Si es así, ya me contarás dónde está el secreto.
La narración comienza en tercera persona y va desgranando poco a poco los primeros movimientos de Marc Viadiu. Pero poco después (página 88), hay un cambio bastante brusco y un tanto desconcertante de punto de vista ya que aparece un nuevo personaje que tomará las riendas de la narración. Lo que me lleva a preguntarme porqué no se inició de entrada la narración con la voz de Teresa Muntal si es ella quien, a fin de cuentas, nos va a contar la historia.
El estilo del autor me ha parecido curioso. Por un lado, los capítulos son muy cortos y están llenos de diálogos y acción, lo que agiliza mucho la lectura y le da un ritmo trepidante (en ocasiones, demasiado trepidante). Por otro lado, describe los sucesos que van ocurriendo de manera muy impersonal, manteniendo las distancias, de manera que se pierde cualquier atadura emocional con la historia que te impulse a seguir leyendo. Así que el resultado de esta mezcla resulta extraño ya que la lectura es rápida por la velocidad de la narración pero como no hay empatía con los personajes la historia no llega a engancharte y no motiva a seguir leyendo.
Los personajes, nombrados siempre con nombre y apellidos aunque suene repetitivo, están bien construidos aunque, a excepción del protagonista, no lleguemos a profundizar mucho en ellos. Las apariciones de algunos secundarios son tan fugaces que se quedan en meros peones al servicio de la trama (la de corrupción y la literaria). Quizá por este desapego es difícil llegar a comprender al protagonista y su historia no llega a calar en el lector.
En general, la trama que plantea es muy interesante y tiene buenos giros argumentales pero el resultado final queda bastante deslucido. Haciendo una analogía culinaria, aunque tengas la mejor harina, el azúcar más natural y los huevos más sabrosos, si la masa no está bien mezclada y el horno a la temperatura correcta, el pastel no va a salir bueno. La prisión de los espejos tiene los mejores ingredientes para ser un fantástico thriller de misterio y acción pero el resultado final no ha conseguido convencerme.
En definitiva, ¿puedo recomendar un libro que me ha dejado indiferente y me ha costado terminar? Difícilmente. Pero estoy convencida de que hay otro tipo de lectores que sí que disfrutarán de esta novela. Quizá no sea mi estilo o quizá no era mi momento para esta lectura, pero si crees que podría gustarte esta historia, ignora mi opinión y dale una oportunidad. Puede que la disfrutes más que yo. Si es así, ya me contarás dónde está el secreto.
Rafael Martín Masot |
Autor: Rafael Martín Masot
Editorial: Baile del Sol
Año de publicación: 2010
Número de páginas: 234
ISBN: 9788492528981
Encuéntralo aquí.
Muy buena reseña.
ResponderEliminarA mí no me llaman mucho los libros sobre corruptos, será porque tengo bastante con leer las noticias.
De todas formas, para gustos los colores.
:D
Creo que de momento eres a la que menos le ha gustado este libros, seguiremos comparando las reseñas
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarLástima que no lo hayas disfrutado, a mí la verdad si que me ha gustado!!
ResponderEliminarSaludosss