"Cuando Natalie Ward recibe la noticia de la enfermedad terminal de su madre Nettie, no duda en regresar a su pueblo natal, en la pequeña localidad canadiense de Atwood, tras más de treinta años de ausencia. En el largo viaje de autobús que emprende desde Vancouver, rememora su idílica infancia y los acontecimientos que en 1968 le cambiaron la vida y la de su familia. Entonces ella vivía en la granja familiar con sus padres y sus cuatro hermanos varones. pero un caluroso día de julio, al entrar el joven River por primera vez en su jardín, comprendió que todo cambiaría. River, que representaba un mundo libre de conservadurismos opuesto a lo que había vivido hasta entonces, entró a trabajar en la granja y se ganó en poco tiempo el cariño de la familia y especialmente la admiración de Natalie. Pero, a partir de ese momento, también se empezó a tambalear su estable vida familiar."
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Cuando todo cambió comienza con Natalie Ward regresando a su pequeño pueblo natal debido a la gravedad de la enfermedad de su madre. Hace muchos años que se marchó y que las relaciones con su familia empezaron a enfriarse. Pero ahora tiene que volver y enfrentarse a los recuerdos de su pasado y de ese algo que ocurrió y que todo lo cambió.
Durante el largo trayecto de autobús, Natalie tendrá tiempo para recordar y para contarnos cómo era su vida mientras aún formaba parte de una familia feliz. Poco a poco el lector irá descubriendo la vida en una granja lechera canadiense en los años sesenta, cómo eran las gentes del pueblo y sobretodo conocerá a la familia Ward, gran protagonista de esta historia. Intercalando recuerdos pasados con momentos presentes del actual viaje de Natalie se irá desarrollando la trama lentamente hasta llegar al punto de inflexión de la historia, River, a partir del cual todo empezará a desmoronarse rápidamente hasta desembocar en un final bastante culebronero.
El ritmo de la narración es pausado y la primera mitad del libro avanza tranquilamente entre recuerdos de años felices. La curiosidad por saber qué pasó que fuera tan grave como para cambiarlo todo es lo que hace avanzar al lector. Eso, y la gran narrativa de Donna Milner, que consigue ambientar a la perfección el mundo de Natalie de manera que el lector se sumerge de lleno en las páginas hasta formar parte de la historia. El lugar es idílico, el ambiente familiar inmejorable y eso va creando una sensación de bienestar y confort amenazado constantemente por la alerta de que pronto algo (que aún no sabemos qué es) va a estallar en mil pedazos. Y quizá esa gran expectativa que se crea en torno a ese "algo" hace que luego la sorpresa quede un poco deslucida por ser bastante previsible. El lector ha tenido muchas páginas para elaborar sus propias teorías y decepciona que la que de verdad se cumpla sea la más evidente.
Durante el largo trayecto de autobús, Natalie tendrá tiempo para recordar y para contarnos cómo era su vida mientras aún formaba parte de una familia feliz. Poco a poco el lector irá descubriendo la vida en una granja lechera canadiense en los años sesenta, cómo eran las gentes del pueblo y sobretodo conocerá a la familia Ward, gran protagonista de esta historia. Intercalando recuerdos pasados con momentos presentes del actual viaje de Natalie se irá desarrollando la trama lentamente hasta llegar al punto de inflexión de la historia, River, a partir del cual todo empezará a desmoronarse rápidamente hasta desembocar en un final bastante culebronero.
El ritmo de la narración es pausado y la primera mitad del libro avanza tranquilamente entre recuerdos de años felices. La curiosidad por saber qué pasó que fuera tan grave como para cambiarlo todo es lo que hace avanzar al lector. Eso, y la gran narrativa de Donna Milner, que consigue ambientar a la perfección el mundo de Natalie de manera que el lector se sumerge de lleno en las páginas hasta formar parte de la historia. El lugar es idílico, el ambiente familiar inmejorable y eso va creando una sensación de bienestar y confort amenazado constantemente por la alerta de que pronto algo (que aún no sabemos qué es) va a estallar en mil pedazos. Y quizá esa gran expectativa que se crea en torno a ese "algo" hace que luego la sorpresa quede un poco deslucida por ser bastante previsible. El lector ha tenido muchas páginas para elaborar sus propias teorías y decepciona que la que de verdad se cumpla sea la más evidente.
Resumiendo, Cuando todo cambió es una novela que gustará a los amantes de las historias familiares y que puede llegar a encandilar a otros tipos de lectores que se dejen llevar por el buen feeling que desprende la ambientación de la historia. Pasando por alto el giro culebronero final, es una novela que se puede disfrutar y que ofrece grandes momentos emotivos y de entretenimiento. Quizá no sea el mejor libro del año pero es una lectura más que recomendada si te gustan los ingredientes mencionados.
"Vino a pie. Como un espejismo, surgió entre las oleadas temblorosas de calor, por la carretera de tierra serpenteante que conducía hasta nuestra puerta. Lo vi desde las sombras del porche."
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Donna Milner |
Autor: Donna Milner
Editorial: Maeva
Año de publicación: 2010; 2012 en España
Número de páginas: 320
ISBN: 9788415120681
Buena reseña. ¿Y quién sabe? quizás algún día lo lea, que cuando quiero soy muy de culebrones. :)
ResponderEliminarA mí sí me gustó mucho pero claro, es que las historias familiares son mis favoritas :)
ResponderEliminarbesos
No me llaman este tipo de novelas... ¡Gracias por la reseña! :)
ResponderEliminarSaludos ^^
Lo tengo apuntado, dudé al escoger las novelas de priceminister, pero al final no me decanté por este, seguro que acabo leyéndolo... Saludos
ResponderEliminarNo me llama mucho el libro
ResponderEliminarUn beso :)
Después de leer tanta reseña positiva al final me lo he comprado. A ver cuándo le puedo hacer un hueco...
ResponderEliminarBesos,