Algunas cosas han cambiado desde la desaparición del mago, Dorothy y Elphaba pero a fin de cuentas, Oz y sus habitantes continúan como siempre, sobreviviendo y evolucionando.
Liir está más perdido que nunca y se aferra a lo poco que conoce. Siguiendo el débil rastro de Nor, veremos sus andanzas por Oz en busca de algo más, tal vez su identidad o su propio lugar en el mundo. Conoceremos a Candela, una misteriosa joven quadling y descubriremos algunos de los misterios de Wicked (aunque muy pocos).
El ritmo, al igual que Wicked, es algo lento pero, aún así, más ágil y adictivo que el anterior. Al haber menos trama político-social la lectura es menos espesa (y yo lo agradezco).
Aunque me gusta la sutileza del autor para los detalles y su tendencia a dejar hilos abiertos a la imaginación del lector quizá peca por exceso de este recurso ya que deja muchos cabos sueltos y la sensación de que no ha pasado ni se ha resuelto nada. Aún así, una vez terminado y asentado el libro, entiendo que esos pequeños misterios sin resolver tal vez no eran la esencia de la novela sino la excusa para el camino recorrido.
Los temas y situaciones tratados en Hijo de Bruja son distintos, interesantes y mantienen la fuerte crítica a nuestra sociedad. Algunos incluso me han sorprendido y me han hecho apreciar más el libro pese a sus otros defectos (en concreto, lo de Trism).
Por si todavía quedaba alguien indeciso, la última frase de la novela termina de matar cualquier duda y abre la puerta a la tercera entrega A Lion Among Men (2008, disponible en castellano en febrero de 2011).
Título original: Son of a witch
Año de publicación: 2005; 2008 en España (traducción de Claudia Conde)
Título original: Son of a witch
Año de publicación: 2005; 2008 en España (traducción de Claudia Conde)
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