Sexta entrega de la serie de Sookie Stackhouse. Publicado en español como Definitivamente muerta.
¡¡Posible spoiler si no has leído las entregas anteriores!!
Sookie empieza a salir con Quinn, el hombre-tigre, pero su primera cita no sale del todo bien. Son atacados por un grupo de hombres lobo. Poco después, un demonio abogado (no es un juego de palabras) se presenta en su casa para llevarla a Nueva Orleans a recoger la herencia que su prima Hadley le ha dejado y, de paso, conocer a Sophie-Anne Leclerq, reina vampira de Louisiana.
En el piso de Hadley, Sookie conocerá a Amelia, la propietaria del edificio y una bruja muy peculiar. Al retirar el hechizo de protección que Amelia había puesto en el piso descubrirán una desagradable sorpresa escondida en uno de los armarios. Pero eso no será todo lo que descubrirá Sookie durante su estancia en la capital, le esperan algunas sorpresas agradables pero también algún horrible descubrimiento que le partirá el corazón.
Esta entrega es una de mis favoritas, el cambio de escenario es muy refrescante así como la presencia de Quinn y varios personajes nuevos. Le da una nueva perspectiva a la vida de Sookie, ya no es la misma chica que conoció a su primer vampiro en el bar Merlottes’s. La actividad de las brujas le añade variedad al argumento mientras, por otro lado, la relación de Sookie con los vampiros se complica cada vez más. Además, descubrimos un detalle muy revelador acerca de Sookie.
El ritmo es rápido de principio a fin, no faltan las escenas de lucha y sangre, con momentos divertidos, sexys y emotivos. Se pasa por la adrenalina de un ataque, te echas unas risas con ciertos comentarios, te aceleras con momentos calientes y te emocionas con horribles revelaciones. Lo tiene todo.
Es lectura obligada si has seguido la saga hasta aquí y sino, esta novela es un buen motivo para comenzar a leerla.
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