domingo, 6 de diciembre de 2009

Tengo ganas de ti

Tras pasar dos años en Nueva York, Step regresa a Roma. El recuerdo de Babi lo ha acompañado todo este tiempo y teme el momento de reencontrarse con ella. Pronto se da cuenta de que las cosas han cambiado y de que, poco a poco, tendrá que reconstruir su vida en Italia: hacer nuevos amigos, conseguir un empleo, empezar una nueva etapa... Cuando conoce a Gin, una chica alegre y preciosa, cree que podrá volver a enamorarse. Pero no es fácil olvidar a Babi y cuando, por casualidad, tropieza con ella siente cómo todo su mundo se tambalea... ¿Es posible revivir la magia del primer amor?

Quien dijo aquello de “segundas partes nunca fueron buenas” debería tragarse las palabras con este libro. Se trata de la continuación de “A tres metros sobre el cielo” y nos muestra el regreso de Step a Roma tras su auto-aislamiento de dos años en Nueva York. Desde el primer momento esperas el reencuentro con Babi, te preguntas qué ha pasado con ella durante este tiempo pero mientras se espera dicho reencuentro se va viendo como las cosas han cambiado. Los personajes han madurado respecto al primer libro y aunque todos mantienen su personalidad y forma de actuar se nota esa pequeña evolución.

El estilo de Moccia es el mismo, ágil, rápido y al grano pero con una sorprendente belleza verbal. “Tengo ganas de ti” toca temas más profundos y lo hace desde un punto de vista más adulto. Las situaciones son divertidas y alocadas y, personalmente, aprecié mucho la frescura de Gin, es un gran personaje. También vemos qué ocurre más allá de la pareja principal, qué ocurre con sus familias y porqué hacen lo que hacen. Me parece un libro mucho más completo y coherente, además de realista. Disfruté mucho leyendo esta segunda parte.

Sin embargo, lo que más destacaría es el final agridulce y abierto. Porque la vida no es de color de rosa, porque todos cometemos errores, porque nadie es perfecto. Es sin duda un final tremendamente romántico pese a lo trágico de la situación.

Un libro que ha hecho peligrar la estructura del puente Milvio (por lo del candado) sin duda es digno de echarle una ojeada y si además te deja con tan buen sabor de boca puede decirse que ha sido una lectura provechosa. Sin duda alguna, lo recomiendo a todo el mundo.

Esto es un ejemplo del efecto de este libro entre los lectores italianos, que se está extendiendo a otras ciudades:

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