lunes, 18 de abril de 2011

Crónica de un día en el 29 Salón del Cómic de Barcelona

Sábado por la mañana, llegamos a plaza España y enseguida vemos la serpenteante cola que sale de las taquillas del Salón. Por suerte, avanza deprisa y enseguida nos rasgan la entrada a las puertas del recinto.

La gran cantidad de cosas por ver me abruma así que decidimos que mejor ir por partes. Lo primero es lo primero, parada en el stand de Ficomic para que nos cambien la entrada por un cómic de regalo. Mi pareja se lanza primero y le toca un ejemplar de Blueberry, miro a su alrededor y todas las pilas son iguales. Levanto la mirada y lo veo, en la otra punta del stand hay ejemplares distintos. Cruzo entre el gentío y consigo un regalo diferente al suyo: Los profesionales.

Empezamos nuestra visita y con lo primero que topamos es con mi amigo John Blacksad, ¡a tamaño gigante! Encabeza la exposición Comicats: maullidos entre viñetas, dedicada a todos esos bellos mininos que habitan en infinidad de cómics. Una maravilla para cualquier amante de los felinos.


Y entre animales continúa la ruta pues lo siguiente es el rey de la jungla. Diversos ejemplares y portadas a lo largo de la historia de Tarzán se presentan en esta exposición.


Haciendo memoria histórica nos topamos con Historietas del 23-F, que nos muestra portadas de prensa y viñetas relacionadas con el golpe de estado fallido. Curiosidad a destacar: el sello de aprobación de algunas de las portadas.

Torciendo hacia el lado más tecnológico nos encontramos con un imponente Camaro amarillo. Bumblebee nos saluda y nos presenta el trailer de la nueva película de Transformers (julio 2011).


Paseando entre stands repletos de cómics y merchandising vamos avanzando por el Salón hasta quedar encandilados por una voz que explica con maestría los entresijos de la creación de un cómic. Se trata de Jordi Lafebre que está dando una master class y nos muestra el proceso de creación de algunas páginas de su último trabajo, Lydie.


El olor de pintura nos acerca a unos graffiteros que practican su arte en una enorme pared blanca mientras nos acercamos al plato fuerte del Salón: Ni muertos ni enterrados.

Habitante de Pandora
paseando por el Salón.


La exposición sobre zombis nos muestra las viñetas y portadas más importantes del género junto con otras celebridades zombificadas. Es la zona más extensa y con más material para degustar, y, sí, me refiero exactamente a carne putrefacta.

Mientras observo anonadada esas caras desfiguradas, un muerto andante (con soga al cuello incluida) se me acerca sigiloso y me hace pegar un bote tremendo. La risa de después me cura el susto que me ha dado.


Dejando atrás el mundo de los muertos en vida, vamos hacia la zona de juegos. Los mandos de la Xbox que permiten probar la beta de Gears of War 3 están que echan humo. Pero prefiero probar el Kinect, así que nos subimos en una balsa e intentamos sincronizar movimientos y saltos para llegar al final de la pantalla. ¡Conseguido!

Seguimos avanzando entre paradetas, muchos cómics y mucho merchandising. Nos hacemos fotos con el martillo de Thor y el escudo de Capitán América. Y tras más y más stands llegamos a la zona más solidaria y emotiva del Salón. 

TBO 4Japan muestra una colección de preciosos bocetos dedicados al reciente desastre de Japón. Lo recaudado con la subasta de los bocetos será donado a la Cruz Roja Japonesa. Nos paramos a admirar cada uno de ellos pues desprenden toneladas de arte y emoción.




Aunque aún nos falta mucho por ver nuestros estómagos empiezan a quejarse, así que conseguimos un par de coca-colas a precio post-apocalíptico y nos sentamos a comernos los bocadillos.

Con el hambre saciada nos apuntamos a un sorteo solidario que organiza CanBitxitos a favor de los gatos abandonados.

Después de haber estado viendo tantísimo cómic ha llegado el momento de hacer la compra. Siguiendo en el mundo felino, me hago con un ejemplar de Miss Annie. Mi pareja elije El mundo de Alef-Thau y Lobezno Saudade.


Es hora de ver el mónologo zombie de Berto Romero, que nos hace partirnos de risa con su humor plagado de carne en estado de putrefacción. Él mismo se encarga de presentar y amenizar el concurso de cosplay zombie, que destaca por el bajo nivel y las actuaciones poco preparadas. Aún así, pasamos un rato estupendo plagado de carcajadas.


Esta visita va tocando a su fin pero aún nos queda por ver: Maquetas en acción. Panzers contra superhéroes. Tanques y soldados a escala componen esta muestra de maquetas. Nos entretenemos un rato viendo a uno de los tanques moverse con soltura por todo el espacio atravesando tronquitos y arena. Detrás de la escena bélica, aguardan las figuras de superhéroes.


Caminando hacia la puerta de salida nos despedimos del Salón, hasta el año que viene. Con una sonrisa y la cabeza todavía llena de todo lo que hemos visto y disfrutado durante el día. Como suele decirse, no es un adiós sino un hasta luego.

Fotos de L.W. 
Para ver su crónica click aquí: primera parte, segunda parte.

2 comentarios:

  1. Qué envidia, me hubiera gustado poder visitarlo, pero me queda un poco lejos. Besos

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  2. que envidia me da!
    todo se ve lindisimo :)
    espero ir algun dia!!

    Besos

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