miércoles, 23 de marzo de 2011

Mr Sebastian y el mago negro

"Nuestra historia empieza en el Sur de los Estados Unidos, en la boyante década de los años 50. La Gran Guerra hace años que terminó, la televisión ha llegado a los hogares y el optimismo se hace dueño de la población. En ese entorno, Henry Walker, quien en una ocasión fue el mago más impresionante del mundo, se pudre poco a poco en un espectáculo de variedades de tercera, el Circo Chino de Jeremiah Mosgrove.

Y, sin embargo, Henry es mucho más de lo que aparenta. Cuando Henry, de niño, se encontró con Mr. Sebastian, éste le concedió un deseo que marcaría y condenaría su vida: la capacidad de hacer magia. A partir de ese momento, Henry vivirá atormentado por lo que provocó este don. Su historia esconde todo lo que nos parece irreal: un mago negro que no lo es, una niña inocente que desaparece sin dejar huella ni recuerdo, una mujer que juega con la frontera de la muerte, para ir a ella y volver a su antojo...

En un sugerente juego de ilusionismo, Daniel Wallace consigue hacer verosímil la magia, incluso más que la propia realidad, a través de un personaje que nos inspira ternura y nos intriga a partes iguales, héroe y villano, niño y adulto, mago y farsante.

¿Qué hay detrás de Henry Walker?"


Daniel Wallace nos cuenta en su novela, Mr Sebastian y el mago negro, la historia de Henry Walker. Pero, ¿quién es en realidad Henry Walker?


Con la bonita y lírica prosa de Wallace nos adentramos en el sur de los EE.UU. y conocemos a Henry, un prestidigitador misterioso y acabado. Sus colegas de profesión, monstruosidades y rarezas de circo, nos irán contando pedacitos de la vida del mago negro, tal y como él mismo se la contó. Tal y como él mismo la vivió.

Es una historia triste y melancólica. Una historia de penurias y tiempos difíciles, que va avanzando lentamente, envolviéndote poco a poco en la grisácea existencia del protagonista. Sin darte cuenta, estarás metido de lleno en el misterio que envuelve a Henry, a Mr Sebastian y a todo lo que les rodea. Y, entonces, te será imposible no seguir avanzando hasta conocer el desenlace de todo el embrollo.

Te sentirás ilusionado por la magia, engañado o incluso creerás haber descubierto el truco en algún momento. Pero la pluma de Daniel Wallace es, a fin de cuentas, quien dirige el espectáculo y quien esconde la mejor magia para mantener embelesado al espectador hasta la última página.

Totalmente recomendable. Es una lectura pausada, para ir saboreando poco a poco. Pese a su tono triste general, deja una sensación de esperanza y confort muy agradables. Y la satisfacción que se tiene siempre al cerrar la contraportada de un libro bueno y pensar “¡vaya!”. 


2 comentarios:

  1. No conocía este libro pero por el argumento y tu reseña parece muy interesante, espero no olvidarme de él para futuras lecturas. Saludos!

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  2. Cuando yo cerré el libro la magia duró durante varios dias más. Daniel Wallace es el verdadero ilusionista de la historia. :D

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