Bienvenidos al 66 de la calle Star.
En el ático vive Katie, jefa de relaciones públicas de una discográfica, que pasa sus días lidiando con estrellas del rock venidas a menos y pensando cuánta tarta de queso necesitaría comer para suicidarse.
Debajo de ella, comparten piso dos polacos musculosos y una taxista más lista que el hambre. La conductora se llama Lydia y además de una lengua afiladísima, tanto como su cerebro, también tiene sus debilidades.
El primer piso lo habita Fionn, un jardinero que prefiere la compañía de las coliflores a la de las personas. Tiene el aspecto de un príncipe de cuento y cuando le ofrecen presentar su propio programa en la televisión, siente que lo arrojan de repente al punto de mira de millones de personas.
En la planta baja residen Matt y Maeve, unos tortolitos enamoradísimos que evitan la desesperanza regalando favores a diestro y siniestro.
Un misterioso visitante acaba de aterrizar en el número 66 de la calle Star y con él llegarán muchos cambios. Secretos antiguos están abriéndose paso hacia la superficie en un camino que pasará por el amor, la tragedia y un optimismo inesperado. La vida de los vecinos de este edificio cambiará para siempre…
Una dirección. Cuatro apartamentos.
Un edificio rebosante de alegría.
Y un visitante extraordinario que está
a punto de cambiar sus vidas para siempre…
66 de la calle Star.
Es Marian.
Es Magia.
Un edificio rebosante de alegría.
Y un visitante extraordinario que está
a punto de cambiar sus vidas para siempre…
66 de la calle Star.
Es Marian.
Es Magia.
Marian Keyes lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a hacer un libro perfecto, bien tejido, con personajes interesantes, con historias creíbles y sobretodo con un final tremendo.
Empieza despacio, conociendo poco a poco a los residentes del 66 de la calle Star, preguntándonos quién será ese extraño visitante y qué hace allí, sin saber como podrían relacionarse personas tan dispares y qué tiene que ver lo que nos cuenta Marian de cada uno con la historia en sí. Al principio le cuesta un poco arrancar, por suerte (aunque no creo que sea cosa del azar) los capítulos son muy cortos y se va avanzando, ya digo, sin saber muy bien hacia donde. Hasta que llega un punto en que todo empieza a cuadrar, de repente las piezas hacen “click” y ya no puedes dejar de leer. Los capítulos no están numerados de manera tradicional sino que son una cuenta atrás, empezando por el día 61.
No voy a contar más porque no quiero destriparle la trama a nadie, la intriga y el no saber realmente de qué va es lo bueno de este libro. Sólo mencionar que Marian Keyes trata cada vez temas más delicados y lo hace con absoluta maestría. Sabe combinar perfectamente las dosis de humor y seriedad que cada momento necesita.
Totalmente recomendado. Si ya te gusta Marian Keyes no puedes perderte esta novela y si aún no la conoces, es una muy buena opción de empezar a conocerla.
Esta es la portada irlandesa. Siempre me ha llamado la atención el cambio entre las portadas de allí y las de aquí, el estilo es completamente diferente. Sin duda alguna, ¡me gustan muchísimo más las de aquí!
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