Un clásico de la literatura fantástica para todas las edades.
La historia trata de un niño llamado Bastian, gordito y objeto de las bromas de sus compañeros de clase, al que le gusta leer. Por casualidades de la vida se esconde en el desván del colegio a leer un libro que ha robado: "La historia interminable". Entonces el lector pasa a leer lo que ocurre en el libro que lee Bastian. El Reino de Fantasia está en peligro y Atreyu (el otro protagonista) vive sus aventuras por salvarlo.
Durante todo el libro leemos acerca de la historia de Atreyu en Fantasía y de cómo lo ve Bastian desde el desván hasta que se da cuenta de que él mismo es el único que puede salvar el Reino de Fantasía.
El estilo de escritura es sencillo y fácil de leer, adecuado para los niños que empiezan a zambullirse en la lectura de libros, pero éste libro no sólo está indicado para niños sino que también es una lectura muy acertada para más mayorcitos, sobretodo para aquéllos a quiénes el paso de los años no les impide seguir soñando y dejando volar su imaginación.
La historia consigue cautivar al lector y como buen libro fantástico lo que más importa es la imaginación de cada uno para visualizar los paisajes, criaturas y escenas que se describen.
Otra cosa que me gustó mucho es la reflexión a la que induce el libro pues Fantasía se está extinguiendo debido a que los humanos hemos dejado de ir allí, lo que nos hace plantearnos si realmente no deberíamos desconectar más a menudo de nuestro atareado mundo y visitar el reino fantástico. Además, el libro promueve valores como la igualdad, la amistad, la valentía, la honestidad, la humildad, el amor... y muchos más, todos ellos dignos de ser aprendidos o recordados.
En resumen, lo recomiendo a todo aquél que aún recuerde como soñar e imaginar cosas, tanto si está en su edad más temprana como si ya hace años que la dejó atrás.
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