martes, 5 de junio de 2012

Nuevas Promesas: Isaac Belmar



Aquí llega una nueva entrega de esta sección titulada Nuevas Promesas.
En ella, conocemos a autores noveles y/o autopublicados que buscan acercar su obra al gran público lector.





Hoy quiero presentaros a Isaac Belmar. Mente inquieta y autor de numerosos relatos cortos. Sus historias se han visto publicadas en diversas antologías de relato negro. Pero lo que hoy nos ocupa es su primera novela: Las risas tras los edificios bonitos.

"Esta es una novela de suspense y misterio. Esta es la historia de Eric, que ya no toca la guitarra y despierta a días iguales, entre resaca y miseria. Varios teléfonos suenan, uno de ellos interrumpe un asesinato y otro no contesta. Llaman porque la puerta 42 se ha abierto y lo que había dentro ya no está.
Y Sara tampoco, lo que arranca a Eric el alma y la pisotea en el suelo, así que toca ir a buscarla, cumplir promesas viejas y que el grupo se junte de nuevo, aunque no para triunfar como antes, sino para conservar el secreto que un día les torció la vida a todos.
Si se revela dicho secreto, como pretenden “los otros”, será mejor que todos recemos.
La arena del reloj cae y por el camino se cruzan entre otras cosas dedos cortados, casas que se alzan en un infinito mar de hierba pero realmente no existen y barrios enteros que vendieron su alma al diablo.
Eric emprende un viaje donde nada es lo que parece y que puede acabar con él, con Sara, y con todos, si el secreto de la puerta 42 se descubre. En los talones un hombre extraño com traje y espada, de compañeros tres sueños siniestros, los pasos de su carrera resonando en callejones de poca luz y sombras largas, clubs imposibles y rincones traicioneros."

Para resolver el misterio de las risas que se esconden tras los edificios bonitos hay que leer la novela, pero para saber más acerca de su origen, de dónde surgió esa idea... mejor os dejo con el propio autor:
Me encantaría poder señalar con el dedo el "momento de la epifanía", pero he de confesar que no recuerdo cuándo surgió el germen exacto de la historia, porque mi cabeza y mi memoria son un caos donde las ideas bullen, saltan y desaparecen en el momento más inesperado. Tengo blocs y documentos llenos de ellas y no sabría decir cuando apunté la que fue la semilla principal. Pero sí recuerdo que para mi "puesta de largo" (pues siempre me he movido y publicado en el ámbito del relato) me propuse el reto de hacer una historia de suspense que no fuera como las demás. Ante todo quise un argumento diferente a lo que se suele leer y elementos que no parecieran vistos muchas veces ya en otras novelas de misterio, thriller o como se quiera encuadrar. Lo que sí sabía es que quería contar la historia de cuatro amigos, que escondían un secreto y cómo el tiempo les había separado, de modo que tenían que unirse de nuevo, porque el pasado volvía para morderles en el trasero.
Pero todavía nos falta la parte crucial del proceso, el momento de creación, el afán de poner una palabra detrás de otra para, finalmente, insuflarle vida a esta historia. Así nos cuenta Isaac qué le impulsó a escribirla:
Supongo que, como a todos los que nos gusta contar historias, hay una desazón dentro que no nos deja descansar hasta que compartimos nuestras fabulaciones con el mundo. Tienes que sacarlo o no te deja en paz, así que, curiosamente la puesta en palabras de la idea surgió de un reto personal. Hay un evento anual, llamado Nanowrimo (National Novel Writing Month) que reúne a mucha gente de todo el mundo en torno a Internet para escribir, durante el mes de noviembre, al menos 50.000 palabras de una novela o historia que tengan en mente. Resultas "ganador" si consigues llegar o superar ese número de palabras en tu historia y me decidí a hacerlo, pensé que sería una buena manera de domesticar mi caos habitual en cuanto a la escritura. El caso es que lo conseguí (y apenas perdí la mitad de cordura por el camino), de modo que esas 50.000 palabras fueron el núcleo a partir del cual la novela se formó y pulió hasta alcanzar su forma final. De eso hace ya un par de años largos.
Y una vez engendrada la criatura... hay que presentarla al mundo. Hay que dejarla salir para que eche a volar hacia sus futuros lectores. Para dicha tarea, Isaac se decantó por uno de los métodos más novedosos: la autopublicación.
Mi principal motivación es la de experimentar y probar cosas nuevas. Con esa mentalidad empecé y con esa seguiré. Personalmente ya he publicado varias veces a la manera tradicional, con papel, editorial y esas cosas. Cuando terminé la novela contacté con una agencia literaria que, como curiosidad, hizo un informe positivo de la novela. Cuando pregunté cuál era el siguiente paso entonces, me comentaron que, lamentablemente, tal y como estaban las cosas, al ser un relativo desconocido no podían apostar en ese momento por mí. Eso me dejó pensando porque, si conoces un poco el mundo editorial, otra característica del modelo tradicional es que los tiempos se eternizan, pueden pasar meses para una respuesta, más meses para considerarla si es positiva, los calendarios de publicación de un año se cierran pronto y ya te meten para el siguiente… Demasiado tiempo, no quería que la vida cotidiana enterrara la historia ni se interpusiera más en mi camino, porque eso es lo que suele pasar. Así que me decidí a probar en Amazon, porque nada perdía y, literalmente, a las 48 horas ya estaba mi novela abierta al mundo. Desde entonces la experiencia ha sido muy positiva, principalmente porque he conocido a un montón de gente: tanto lectores como hermanos de armas y camino, cosa que no me pasaba tanto con la edición en papel. De hecho pienso seguir por este camino, independientemente de que siga publicando también "a lo tradicional".
Ahora, si queréis saber más (que seguro que sí), hay varias cosas que podéis hacer:
  • Entrar AQUÍ y conseguir vuestro ejemplar de Las risas tras los edificios bonitos por menos de un euro.
  • Echarle un vistazo a su última novela, Siete días, que ha sido finalista del premio Wilkie Collins de Novela Negra
  • Visitar la web del autor: Hoja en blanco
  • Leer cualquiera de los demás relatos e historias de Isaac Belmar: AQUÍ*Aviso: ¡son muy buenos!
  • Seguirle en twitter o contactar con él para decirle lo mucho que os ha gustado su obra.
  • Ver el trailer de la novela que os dejo a continuación:

2 comentarios:

  1. Conocía al autor ya que tengo pendiente Las risas tras los edificios bonitos desde hace tiempo, tiene muy buena pinta
    besos

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  2. Pues yo no conocía ni el libro ni al autor. Pinta bien la novela, la verdad...
    Besos,

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